Con la llegada del otoño la calabaza con su color naranja intenso se convierte en la protagonista de la cocina. Descubre en este post un poco más sobre esta verdura otoñal llena de nutrientes y propiedades saludables para nuestro organismo.
Su cultivo es muy antiguo y parece procedente de Asia, pero por Europa no se extendió hasta el siglo XVI. Las primeras calabazas se cultivaban por sus semillas, deliciosas y ricas en nutrientes, pero con el desarrollo de variedades de pulpa más carnosa y dulce se empezó a utilizar también para cocinar. Hoy día se conrea en países cálidos de todo el mundo. La mayor parte del cultivo de calabazas en España se concentra en la Comunidad Valenciana y en la provincia de Málaga.
Pertenece a la familia de las Curcubitáceas, como la sandía, el melón, el pepino o el calabacín. Gracias a las variedades de verano y de invierno podemos disfrutar de calabazas todo el año. Las variedades del verano suelen tener la piel más fina y con las semillas blandas. Pero las variedades de invierno son más dulces, y gracias a su carne menos jugosa y piel más gruesa se conservan mucho más tiempo. Los tipos de calabaza que se encuentran actualmente en nuestros mercados, son mucho más amplios que hace unos años, destacando principalmente la Calabaza Vasca, la variedad Butternut o Cacahuete y la Moscada de la Provenza.
Esta deliciosa hortaliza siempre ha llamado la atención por su espectacular tamaño, llegándose incluso a organizar concursos. sin embargo, lo más interesante no es su tamaño sino sus increíbles propiedaes nutricionales. La calabaza destaca sobre todo, por ser un alimento digestivo y ligero, ya que contiene mucha agua y pocas calorías. Entre sus virtudes sobresale su contenido en carotenos que mejoran la salud de la vista, el corazón y el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes y preventivas de ciertos tipos de cáncer. Presenta también cantidades apreciables de vitamina E, folatos y otras vitaminas del grupo B. En cuanto a su riqueza mineral, es un alimento rico en potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Gracias a su aporte en fibra tiene un ligero efecto laxante y saciante, lo que unido a su bajo contenido calórico hacen de la calabaza una verdura recomendada para las dietas de adelgazamiento.
A la hora de comprar, sobre todo si es de invierno, debemos escoger las que estén bien maduras y de corteza firme y dura. Es preferible adquirir aquellas calabazas que sean pesadas en relación con su tamaño y que conserven su rabo o pedúnculo. En casa lo ideal es guardarla en un sitio fresco y oscuro. Si ya la hemos utilizado la mejor forma de conservarla es cortándola a trozos y congelarla.
Se emplea en numerosas preparaciones culinarias, tanto dulces como saladas. Se puede consumir cruda en ensaladas, cocida, frita o asada como guarnición. En potajes, guisos y cocidos aporta un sabor y un color extraordinario. Ideal también para preparar mermeladas y confituras, tartas, pasteles y rellenos de dulces tradicionales, y cabello de ángel (como la calabaza confitera).
La calabaza es el alimento ideal de la temporada de otoño, y no solo para los pequeños de la casa. Ahora que ya conoces sus propiedades y su versatilidad en la cocina que no falte en tus platos este riquísimo fruto.