Por algo existe la vieja frase: "una manzana al día aleja al médico de tu vida". Descubre en este post porque la manzana es un icono de salud.
La manzana es uno de los alimentos otoñales por excelencia. Si bien es cierto que hace tiempo que podemos disponer de esta fruta durante todo el año, es en esta época cuando está en plena temporada y por tanto es la estación ideal para disfrutar de ella.
Las manzanas son frutas cultivadas desde la antigüedad. Es posible que fuera uno de los primeros frutos en consumir el hombre en forma silvestre y uno de los primeros en cultivarlo. Llegaron a Europa desde el Oriente Medio y fue en este continente donde evolucionó gracias, sobre todo, a la cultura greco-romana, quienes consiguieron las mejores manzanas gracias a los injertos. La facilidad para su conservación hizo que fuera uno de los alimentos más utilizados en los grandes viajes por mar de los conquistadores españoles, quienes introdujeron su cultivo en el continente Americano durante el siglo XVI. Actualmente España es uno de los principales países productores. Catalunya produce el 40% total de este fruto, seguido de Aragón, La Rioja y Navarra.
La manzana es el fruto del manzano, que pertenece a la familia de las rosáceas, que engloba a la mayoría de frutas y otras plantas europeas. Hay aproximadamente 8.000 variedades diferentes de manzanas y, desde luego, hay que ser un verdadero experto en ello para distinguir entre algunas de ellas. Desde las más rojas hasta las verdes y amarillas con sabores ácidos o dulces, estas son las más comunes en nuestros mercados: Early Red One, Top Red, Red Dlicious, Royal Gale, Granny Smith, Golden Supreme y Reineta.
Esta sencilla pero prodigiosa fruta tiene multitud de propiedades. El 85% de su composición es agua. Principalmente aporta hidratos de carbono en forma de azúcares, en su mayor parte fructosa, que la convierten en la fruta ideal para los diabéticos. Entre sus vitaminas detaca especialmente la C. También aporta vitamina E, potasio y fósforo, todo en pequeña proporción.
Una manzana al día aleja el médico de tu vida.
Las propiedades antioxidantes de la manzana se deben a los elementos fitoquímicos que contiene, más abundantes en la piel, en concreto, polifenoles. Los antioxidantes neutralizan los radicales libres, reduciendo o incluso evitando parte de los daños que estos provocan en el organismo y retrasando el proceso de envejecimiento.
Quizá la propiedad más conocida de la manzana sea su acción reguladora intestinal. Si la comemos cruda y con piel es útil para tratar el estreñimiento, ya que aprovecha la fibra insoluble presente en la piel, que estimula la actividad intestinal. Igualmente la manzana es una fruta rica en pectina, fibra soluble, que hace que esta absorba las sales biliares del intestino, una de las materias primas a partir de las cuales el organismo fabrica colesterol. Por lo tanto comer dos o tres manzanas diarias varios meses resulta muy eficaz para regular el nivel de colesterol en sangre.
A la hora de comprarlas, lógicamente desecharemos aquellas con manchas debidas a golpes por un mal transporte o manipulación. Conviene no confundir con algunas motas o zonas de color, típicas de algunas variedades. Al tacto deben ser firmes, en su punto de maduración, y la piel debe ser tersa y lisa, sin arrugas que denotarían exceso de madurez y deshidratación.
Al llegar a casa, si las manzanas están en buen estado, pueden durar perfectamente de 1 a 3 semanas a temperatura ambiente. Si queremos prolongar la conservación podemos guardarlas en bolsas de plástico, rociándolas con agua una vez a la semana para evitar la deshidratación y en la parte menos fría de la nevera.
En la cocina sus posibilidades son casi infinitas. al natural, bien lavada y con piel resulta deliciosa. Cruda en ensaladas aporta un toque crujiente y fresco irresistible. En repostería nos sirve como relleno de tartas, empanadas y buñuelos, además de mermeladas y gelatinas. El zumo de manzana es delicioso recién exprimido, y se puede congelar para usarlo fuera de temporada, o para transformarlo en sidra o vinagre.
No en vano se la menciona en la Biblia como el fruto prohibido. Jugosas y dulces, son sin duda una saludable tentación. Trae el otoño a tu hogar cocinando con manzanas, tanto platos dulces como salados.