Sin lugar a duda las castañas son el alimento estrella de la temporada. Descubre en este post curiosidades, propiedades nurtricionales y como consumirlas para aprovechar al máximo todos sus beneficios.
Aunque España es un país de castañas, sobre todo, en la cornisa cantábrica y en Galicia, los castaños no son autóctonos sino que fueron traídos por los romanos cuando colonizaron la panínsula. Se comen en nuestras tierras desde hace siglos, se las conocía como el "pan de los pobres", dado que tras secarse se hacía harina con ellas, hasta que la patata y el maíz se convirtieron en alimentos frecuentes. Desde entonces, forman parte de nuestra dieta y de nuestra cultura, de tal manera que las castañas en nuestro país tienen connotaciones festivas, especialmente en fechas cercanas a Todos los Santos.
El otoño es la época ideal para disfrutarlas, no solo comiéndolas sino también para pasar un día inolvidable en el bosque recolectándolas en compañía de familia y/o amigos. La castaña es el fruto del castaño, un árbol conocido científicamente con el nombre de Castanea sativa, que crece en zonas húmedas y frescas. Los frutos que da, están envueltos en unos saquitos espinosos, cuyo interior está lleno de estos frutos que conocemos como castañas. La variedad más consumida es la común o europea, pero destacan también la china, la japonesa y la americana. La composición de todas ellas es muy similar, tan sólo se diferencian en la proporción de hidratos de carbono y en su dulzor, más intenso en la variedad china.
La castaña es considerada como uno de los frutos secos más saludables.
La castaña es considerada como uno de los frutos secos más saludables; la mitad es agua, casi la otra mitad hidratos de carbono y su contenido en grasas es muchísimo menor. Gracias a su alto contenido en fibra se convierte en un alimento adecuado contra el estreñimiento, para mejorar la flora intestinal y para regularizar el tránsito. También es rica en minerales como el hierro, calcio, fósforo y posee más sodio y potasio que cualquier otro fruto seco. Constituye una importante fuente de vitaminas de grupo B, indispensables para combatir la fatiga física y mental, ideales para reducir la sintomatología propia del otoño. Además es una buena fuente de compuestos fenólicos, muy beneficiosos por su poder antioxidante. Su riqueza en grasas vegetales poliinsaturadas, sobre todo omega 3, las convierte en una medicina natural. Aquellas personas que tengan un estómago delicado, recomendamos que las consuman en forma cocida o asada, antes que crudas.
Las podemos encontrar tanto en el bosque como en el mercado desde el mes de septiembre, hasta aproximadamente finales del mes de diciembre. Se conservan en lugares frescos y secos, principalmente al aire libre. Mejor no guardarlas en bolsas porque les puede salir moho. Si se guardan en la nevera pueden aguantar hasta un mes y hasta 6 si se congelan con la corteza.
Aunque lo típico es comerla asada durante las fiestas de otoño, la castaña es un alimento muy versátil en la cocina. Se puede preparar una sopa, un nutritivo puré, como guarnición de platos principales, e incluso postres como flanes, tartas o pasteles. Se utiliza también para elaborar harinas, mermeladas y las famosas “marrón glacé”. Crudas, asadas, cocidas constituyen una comida entre horas deliciosa, nutritiva y saludable.
No hay duda que las castañas son un alimento saludable con importantes beneficios nutricionales que podemos encontrar en el otoño. Aprovecha que es temporada y que no falten en tu cocina.