Todos los cítricos proceden de Asia, especialmente de la India y de China, donde se cultivaban hace al menos 3.000 años. Es por eso que durante mucho tiempo los cítricos fueron considerados frutos exóticos. Actualmente forman parte de la dieta alimentaria de la inmensa mayoría de los países, con mil millones de árboles cultivados en el mundo, que producen cien millones de toneladas de fruta cada año. España es hoy el cuarto productor mundial de cítricos y el primero de Europa, a pesar de su menor extensión en comparación con el resto de los grandes productores.
Los cítricos son especies pertenecientes al género Citrus cuyos frutos poseen un característico sabor ácido y son ricos en aceites esenciales. Existen muchas variedades pero las más conocidas son las naranjas, el limón, la mandarina, el pomelo y la lima.
En esta época del año encontramos a nuestra disposición diferentes tipos de cítricos que ofrecen una composición semejante de nutrientes. La naturaleza es muy sabia y los cítricos maduran en esta época del año porque nuestro cuerpo necesita una dosis extra de vitamina C para funcionar correctamente y mejorar nuestro estado frente a los ataques del exterior. Son también fuente de importantes minerales como el potasio, el magnesio, beneficiosos para el sistema nervioso y muscular, y el calcio, aliado para la conservación de huesos y dientes. Y por último no debemos olvidar que nos aportan sustancias con actividad prebiótica, por tanto su consumo regular favorece el crecimiento de microorganismos beneficiosos para nuestro colon.
Tradicionalmente solemos consumir los cítricos al natural, pero podemos sacarle mucho más partido. De los cítricos en la cocina lo podemos aprovechar todo, el zumo, la pulpa, la piel y hasta la parte blanca, y encima combinan perfectamente con todo tipo de platos, dulces y salados. Por ejemplo, si te gusta empezar el día con un buen zumo, elabóralo usando frutas frescas y mezclando con cítricos como el pomelo o la clementina para ganar en sabor. A la hora de cocinar platos salados, también los cítricos nos brindan muchas opciones. Son excelentes para marinar pescados o para preparar salsas con un toque refrescante. Y finalmente a la hora de los postres estas frutas ácidas nos portan un sinfín de posibilidades; pomelos, mandarinas y naranjas que son casi imprescindibles para preparar una buena Macedonia de frutas. También podemos utilizar su zumo para elaborar originales flanes, natillas o para aromatizar bizcochos y magdalenas. Si añades un toque de ralladura de la piel, conseguirás potenciar aún más los aromas y sabores.
Aprovecha que es invierno y los cítricos se encuentran en su mejor época de recolección y consumo. Consumirlos durante su temporada no solo es idóneo a nivel nutricional sino que también se contribuye a respetar el entorno social y el medio ambiente. No hay excusa que valga, aprovecha que España es de los principales productores y que no falten estas frutas de temporada en tus platos.
