¿Cómo se cuida uno de los mejores futbolistas del mundo? Descubre en este post como se alimenta y el estilo de vida que lleva el delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo.
CR7 tiene dos únicos caminos en la vida: o se le quiere con locura y amor fraternal, o se lo vilipendia por su pose chulesca y desafiante. A diferencia de otros jugadores top del panorama internacional, como Iniesta, Raúl,Csillas, el recién retirado Lampard o el propio Messi, a los que le cubre un halo de admiración o buenísimo. Con Cristiano no sucede esto, o se le adora o no se le soporta.
Pero más allá de preferencias o de amores binarios, hay una realidad incontestable que todo aquel que entienda un poco de futbol no podrá discutir: Cristiano es, probablemente, el jugador más profesional del futbol actual, sino el que más de la historia moderna de este deporte. Vayamos por partes. El punto de partida es sobresaliente: altura adecuada, físico portentoso, potencia de piernas monstruosas, mentalidad ganadora, seguridad en sí mismo... Si hiciéramos un paralelismo, podríamos decir que es el LeBron James del futbol, una especie de cyborg programado para marcar y ganar, una suerte de máquina perfectamente diseñada. ¿Pero es esto fruto de la casualidad? ¿del talento? ¡Radicalmente no!
Durante su etapa, post-adolescente en el Manchester United, Cris (como le llamaban sus compañeros brits) tuvo que aprender a comer, le chiflaba el archi-famoso "fish & chips" de las islas, por lo que su entrenador y mentor, Sir Alex Ferguson lo puso a dieta estricta.
Y desde entonces Cristiano tiene una ética de trabajo intachable y su alimentación forma una parte nuclear de esta: nada de comida rápida, cero bebidas con gas y edulcorantes, ni un frito en su menú y como no, interminables jornadas de gimnasio.
Come siempre a la misma hora y no pasa más de una hora desde que termina el ejercicio físico hasta que se lleva algo a la boca. Las cenas son muy ligeras y siempre un par de horas antes de irse a la cama, para poder hacer una digestión pausada. Cristiano Ronaldo lleva una estudiada dieta de 3.000 calorías diarias en la que el pescado y las verduras son las protagonistas. Nada de salsas, ni postres dulces, una cervecita de vez en cuando. Mucha agua en las comidas y zumos de pera, piña y manzana entre horas.
El punta madridista nació en la isla portuguesa de Madeira conocida por sus frutas tropicales. De ahí que desde pequeño prefiera las frutas y las macedonias de temporada a los dulces en los postres, ¡sabia elección! Las tartas las deja para las celebraciones muy especiales, como los cumpleaños. Durante la temporada, es decir 10 meses al año (11 si hay Mundial o Eurocopa), no toma nada de alcohol. Como a él mismo le gusta decir "las copas no se beben, se ganan".
Pero cuando acaba la temporada, llega el veranito, y ese es el único momento del año que CR7 se humaniza y se permite alguna tentación: cócteles, cervecita con su aperitivo, helados...
Su nivel de exigencia con la comida llega hasta tal punto que ha hecho quue su madre, Dolores Aveiro, supervise todas sus comidas para asegurarse que no contienen nada de grasa, ¿y comer fuera? ¡Lo mínimo! Como veis, su vida diaria es más cercana a la de un monje de monasterio que a una superestrella del futbol mundial (¡eso sí, trufada de cochazos deportivos!).
A parte, el delantero luso es consciente de que a sus 32 años afronta la recta final de su carrera. Pese a que físicamente es un portento de la naturaleza, su cuerpo empezó a mandarle señales de advertencia cuando superó la barrera de los 30. Su idea es ir rebajando poco a poco su masa muscular para retrasar un par de años su juvilación futbolística y seguir en pleno apogeo algunas temporadas más. Sus compañeros, entrenadores y sus más allegados destacan su sana obsesión por cuidarse con un único objetivo: mejorar cada día.
Al margen de la dieta, el jugador luso le presta especial atención a la calidad y duración del sueño, parte esencial de la recuperación muscular. hay días que duerme más de 12 horas. Le gusta echarse la siesta y mantiene los horarios de su etapa en Inglaterra cuando estaba en el Manchester United. Se acuesta pronto y renuncia a muchas invitaciones de eventos deportivos y no deportivos para seguir con sus hábitos.
Después de leer este post, y independientemente de tu posición inicial dicotómica: amor u odio hacia el portugues, seguro que darás mérito a lo que ha conseguido esta máquina humana de trabajar, si encima fuera modesto y simpático sería la pera limonera, gracias a dios, los milagros no existen, aunque bien pensado, tanta perfección sería injusta...
