En el mundo del deporte hay buenos deportistas, grandes deportistas, iconos, leyendas y luego llaga Bolt. Descubre en este post qué come el jamaicano para batir todos los récords.
El torrente de unanimidad que ha generado el rayo jamaicano es inaudito, nunca visto. Ha dominado durante más de una década (¡sí, más de 10 años!) los 100 y 200 metros con mano de hierro. Y la sensación es que lo ha hecho sin forzar la máquina, dejándose llevar en los 10 metros finales.
El corredor más exitoso de la historia nació en 1986 en Trelawny, Jamaica, la isla de Bob Marley, que es una cantera casi inagotable de velocistas. Este atleta mide 1,96 y pesa 86 kilos. En los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 ganó tres medallas de oro y tres récords mundiales impresionando al mundo y estableciendo los mejores números mundiales en la historia del atletismo de pista hasta ahora. Un año después, en los Mundiales de Atletismo de Berlín, venció sus propias marcas en los 100 y 200 metros lisos con un tiempo de 9,58 y 19,9 segundos. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 repitió la hazaña de Pekín. En Río repitió el trio de oros con la misma facilidad y descaro.
¿Qué come diariamente el guerrero de las carreras para mantenerse en el más alto nivel de sus disciplinas durante tantos años?
Lo de Usain Bolt es algo inaudito. No solo es el hombre más rápido del planeta, según el libro Guinness de los récords, sino que, además, da 41 largas zancadas cada 100 metros, mientras que otros atletas de elite darían hasta 50. Por eso, su alimentación debe ser un factor importante para darle el combustible que necesita para alcanzar tales números.
Cuando era un niño seguía una alimentación precaria que le provocó una esclerosis que, a la larga, le ha beneficiado para competir. Y, des de siempre, uno de los elementos básicos en su comida, según ha contado su padre en múltiples ocasiones, era el ñame, un tubérculo muy parecido a la patata con gran aporte de hidratos de carbono. Corrió hacia la fama en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, ganó tres medallas de oro y estableció un trío de récords mundiales, todo alimentándose con una dieta de comida chatarra. El jamaicano aseguró en 2015, una entrevista publicada en la página oficial de la IAAF, que uno de los mayores sacrificios que ha hecho para prolongar su carrera, ha sido renunciar a la comida rápida en beneficio de las verduras. "He empezado a comer sano. Esto es para mí el mayor sacrificio, comer vegetales todo el tiempo. Es fácil renunciar a casi todo, pero comer sano es verdaderamente duro".
Cuando tiene que seguir una alimentación estricta porque la competición está cerca, Bolt opta por una dieta de gran contenido energético, unas 5.000 calorías diarias, calibrando cada una de sus seis comidas con un 60% de proteínas, 30% carbohidratos y 10% de grasas.
Las carreras de velocidad son un deporte explosivo y anaeróbico que requiere que los corredores sean delgados y fuertes. Su entrenamiento no les ayuda a "quemar" grasas como en los entrenamientos de resistencia, y deben cuidar con precaución la dieta para conseguir una buena musculatura con el mínimo porcentaje de grasa. Para favorecer la alimentación del músculo más veloz, se aumenta la proporción de proteínas en la dieta y se disminuye la ingesta de hidratos de carbono y grasa.
Eso es así, porque, con el entrenamiento de velocidad se produce mayor desgaste muscular y se crean nuevas células musculares, por lo que demanda una mayor proporción de proteínas para suministrar los aminoácidos que construyen y regeneran los músculos.
Es importante enfatizar que, la dieta de Usain Bolt está diseñada exclusivamente para deportistas de élite, y cómo tal lleva un control médico muy riguroso.
Básicamente su dieta se constituye de la siguiente forma:
Su desayuno está compuesto por "Tortas Johnny" (bolas de masa hervida de harina, agua, mantequilla y leche) y patatas hervidas. Estos dos alimentos le proporcionan un alto contenido energético para dar el máximo en sus entrenamientos.
A la hora de la comida, Bolt, opta por una buena ración de proteína, preferentemente pescado, acompañado de una ración de arroz o pasta y una de pan integral y abundantes vegetales.
Para cenar, el hombre más rápido del mundo come brócoli, moniato y arroz con pollo o con carne de cerdo para potenciar sus músculos.
Entre comidas Bolt se declara ser un gran consumidor de bananas, mangos, piñas y manzanas. El hombre más rápido del mundo toma mucha agua para poder recuperar los líquidos perdidos durante sus sesiones de potencia y velocidad.
Pero aún hay más, personas cercanas al astro de las pistas comentan que uno de los secretos de este artista radica en los horarios que establece para hacer sus comidas es intercalarlo con entrenamiento y descanso.
Aunque, cuando la competición está lejos, Bolt confiesa que le gusta hacer una escapada a algún restaurante de comida rápida. Le encantan las bebidas energéticas y de vez en cuando brinda con cerveza. Aunque parezca de otro planeta tiene sus debilidades.
Según sus entrenadores, después de dos años fuera de la competición le aparecerá barriga, él apuesta a que seguirá en plena forma.
No sabemos qué pasará con su tripa, lo que sí sabemos es que la carrera de este cyborg del atletismo inspirará a las generaciones presentes y futuras del atletismo mundial. Un legado "jordaniano" casi imposible de igualar. ¡Show must go on!