Alberto Chicote volvió a conducir un reportaje relacionado con la alimentación, Superalimentos. En este especial se analizaban diez alimentos, "supuestamente" superfoods, habituales de nuestra despensa que según el programa escondían propiedades sorprendentes. El aceite de oliva, que retrasa el envejecimiento óseo, el pescado azul, que combate el estrés o el cacao, que agiliza la mente, son algunos ejemplos.
El programa de Chicote, aún y siendo más interesante y menos dañino que el 70% de programas que se emiten en TV, ha tratado el tema de la alimentación saludable con ligereza, incluso rozando la frivolidad y con un más que dudoso rigor científico, pese a los colaboradores de postín. Se puede entender que es un programa de TV generalista orientado a un público no especializado, se puede entender la orientación al entretenimiento del "show business" televisivo. Lo difícilmente explicable es como profesionales de alto rango, como la profesora Clotilde Vázquez, se hayan podido prestar a tanta frivolidad e inexactitud. Quiero creer que la toma original es mucho más completa y menos sesgada y el producto final es un tema de postedición. Todo por la audiencia!
El programa habla sobre los superfoods cotidianos en nuestra despensa. ¿Pero realmente son superfoods? O el uso de la palabra está muy de moda.
Posiblemente no sea mentira los beneficios de los que hablaba, pero ni el enfoque ni el mensaje son correctos. La nutrición es mucho más compleja que lo que Chicote y su programa quieren hacernos creer. Los grupos de control en cada estudio, el estado de salud de cada sujeto, la actividad física que cada persona realice, estudiar componentes de ciertos alimentos de forma aislada... en fin, no es moco de pavo concluir que es bueno y que no. Aprovechando que voluntarios se han puesto al servicio de la (pseudo) ciencia, deberían haber aprovechado el chance y profundizar elaborando experimentos más creíbles y empíricos: no sirve de nada hacer una prueba con 8 taxistas o 3 nadadores, u otros casos, sin como mínimo doble ciego (método para que no incluya el efecto placebo). Se ha banalizado con el término "estudio científico".
Nos hablan del aceite de oliva como si de un producto milagro para perder esos michelines se tratara. Chicote afirma que lo utiliza a menudo pero parece en él no ha hecho el efecto esperado. El programa está trufado de medias verdades, ¿es mejor una dieta mediterránea dónde la grasa es el aceite de oliva, en vez de mantequillas o otras grasas saturadas? Absolutamente sí, pero el milagro no está en el oro líquido, que es un ingrediente más del cocktail, sin ejercicio físico y una dieta equilibrada y baja en alimentos procesados, no hay paraíso! Por mucho aceite de oliva virgen extra que uses en tus guisos...
El programa realiza un experimento probado en taxistas, una profesión sometida a altas dosis de estrés: el antídoto consiste en ingerir pescado azul 4 veces por semana durante cuatro semanas. Sin tener en cuenta el efecto doble ciego que supone haberle explicado a los participantes el tema. El pescado azul contiene propiedades nutritivas mucho más significativas y resaltables que el efecto anti estrés como su alto contenido en Omega 3 (preventivo para las enfermedades cardiovasculares) y su calidad proteica.
Pero cuando parecía que el programa ya no podía ir a peor, va y dicen que la pasta es un superalimento! Es una verdad como un templo que la pasta está riquísima, pero no deja de ser una harina refina, y este es un argumento irrefutable. Y aún hay más, la comparativa de la pasta con un trozo de carne y ensalada, a mi entender no es una afrenta. Lo aceptable sería la comparativa de las pasas y el agua. Lo correcto sería comparar pasas con otra fruta o con otro alimento rico en hidratos de carbono y minerales! Es obvio que si comparamos agua con fruta siempre nos va a aportar más el que contiene azúcares y micronutrientes, y más cuando hablamos de recuperación tras un esfuerzo físico.
Tal vez los estudios mostrados tienen detrás una base científica seria, pero el programa fue un show cero riguroso...
Para ir finalizando, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que nos han dado gato por liebre. Si bien la idea de empezar a divulgar temas relacionados con la alimentación entre la población es algo positivo, hacerlo de esta manera merma la buena intencionalidad de sus productores. El fin, por bueno que sea, no justifica los medios y menos si nos referimos a temas científicos donde la exactitud y el empirismo son pilares básicos para su credibilidad. Si la cosa iba de concienciación sobre alimentación saludable no deberían haber cruzado la línea roja de lo científico. Y una vez más nos damos cuenta que al final ha sido un programa para entretener más que para aprender, pero no se que nos extraña cuando en este país ya hace tiempo que la tele ha dejado de ser un medio para aprender. Todos sabemos que valen mucho más tres puntos de "share" con un relato atractivo, que la concienzuda y aburrida realidad! Todo por la audiencia!
