Todo el mundo habla de las bondades y beneficios del té Matcha. ¿Se trata de un producto de moda más o de verdad es tan beneficioso? Descubre en este post sus propiedades y usos de esta pócima mágica.
¿Cuál es su origen?
El té Matcha es una variedad de té verde que tiene su origen en China, cuando fue descubierto por unos monjes chinos. Luego trascendió a Japón, donde se convirtió en una tradición ancestral casi sagrada que sigue manteniéndose siglos después. El país nipón se ha especializado en su cultivo y en la preparación del té Matcha para su distriibución, siendo Uji (a las afueras de Kioto) una de las zonas más apreciadas.
¿Qué es?
Literalmente la palabra "matcha" significa "té en polvo" y como tal, este tipo de bebida procede de las hojas pulverizadas del té verde, de la planta Camellia sinesis. La diferencia más llamativa es que se trata de un té en polvo y no de hojas secas. Dentro de la gama del té verde, el Matcha es el más alto en nutrientes y antioxidantes. Una taza de té Matcha equivale a 10 veces los antioxidantes del té verde.
¿Cómo se obtiene?
La elaboración de este tipo de té comienza semanas antes de su cosecha, cuando la planta del té es cubierta con el fin de ocultarla del sol, creándose en sus hojas un tono verde más oscuro, y que además consigue retrasar tanto su desarrollo como su crecimiento. Después de la cosecha sus hojas son secadas y se muele en varias ocasiones con el objetivo de conseguir una textura lo más fina posible. Este hábito de cultivo es lo que da al té verde Matcha este color tan característico, y su sabor dulce.
¿Por qué tiene tantas propiedades?
El té Matcha tiene sobre todo propiedades antioxidantes superando a cualquier otra fruta que podamos nombrar. Es muy rico en flavonoides, lo que significa que se convierte en una bebida tremendamente antioxidante, debido sobre todo por su riqueza en catequinas, que son particularmente potentes en la lucha contra los radicales libres (partículas reactivas que nos hacen envejecer). Además contribuyen a aumentar el metabolismo (por su efecto termogénico natural), refuerzan el sistema inmunológico y protegen contra enfermedades como la gripe.
Su contenido en L-teanina, un aminoácido casi exclusivo de esta planta, produce en nuestro organismo un estado de calma, relajación y claridad mental, contrarrestando el efecto estimulante de la teína. De hecho es la bebida preferida de los monjes budistas para meditar, pues a la vez que da energía, calma y aporta claridad mental.
Los estudios experimentales (in vitro) y en animales encuentran una asociación saludable entre el consumo habitual de esta bebida y la disminución de grasa (pérdida de peso, reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer).
¿Cómo se prepara?
Preparar un té verde Matcha es sumamente sencillo. Se calienta un poco de agua, y cuando alcance una temperatura de unos 80ºC, se añade encima el té verde y se utiliza una escobilla o cuchara para batirlo hasta que se integre con el agua caliente y forme una espuma.
Lo curioso de esté té es la versatilidad de su uso en la alimentación. Además de en infusión, el té Matcha se utiliza también independientemente en platos dulces y salados, especialmente para dar color; desde sopas, hasta postres, trufas, helados, galletas, batidos...
A cualquier momento del día, este té es la mejor opción para mantenerse saludable.
¿Cuánta cantidad diaria?
Una o dos tazas al día es ideal para beneficiarnos de sus propiedades medicinales. Pero como cualquier fuente de teína, no es recomendable en personas con transtornos cardíacos, arritmias, insuficiencia coronaria, insomnio, epilepsia, embarazo y lactancia, así como durante la infancia.
