Hablanod sobre "Etiquetas: aprende a leerlas y a interpretarlas", de la mano de la Dietista-Nutricionista María Gil.
Las etiquetas son el principal medio de comunicación entre los productores y el consumidor, y nos permite conocer información sobre el alimento: el origen, el modo de conservación, los ingredientes que lo componen y los nutrientes que aportan a nuestra dieta. Para poder seguir una dieta saludable y realizar compras seguras y responsables, María Gil nos enseñó de manera clara y entendible a descifrar las etiquetas de los alimentos.
Cuando vamos al supermercado, pocas veces nos paramos a mirar las etiquetas de los alimentos que vamos comprando, todo y que contienen la información básica sobre aquello que hemos escogido.
es necesario que nos fijemos en la información nutricional del producto que vamos a comprar y/o consumir
Para poder llevar una dieta saludable, insistió María Gil, es necesario que nos fijemos en la información nutricional del producto que vamos a comprar y/o consumir. Esta incluye el valor energético (calorías) que aporta por cada 100 gramos de producto, así como el porcentaje que representa sobre la cantidad diaria recomendada (CDR). Además, debe especifiicar la cantidad de grasas totales, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares (la parte de los hidratos de carbono menos saludable), las proteínas y la sal. Pero sobretodo debemos fijarnos en la cantidad de azúcar, grasas saturadas y sal. El azúcar es particularmente perjudicial porque sube rápidamente en sangre y aumenta el riesgo de diabetes. Según la OMS no deberíamos sobrepasar los 20 gramos/ día. Las grasas saturadas, aunque no hay que demonizarlas, en principio son de las más perjudiciales. Debemos huir de las grasas "trans" típicas por ejemplo de la bollería industrial. Aparecen en la lista de los ingredientes como "parcialmente hidrogenadas". Y finalmente, se recomienda consumir menos de 6 gramos /día de sal o su equivalente, 3 gramos /día de sodio. El uso excesivo de sal por los fabricantes, es peligroso, ya que eleva la tensión arterial, contribuyendo al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
María Gil recalcó que dedicar unos minutos de manera habitual a leer el etiquetado, nos ayudará a seleccionar mejor los alimentos que nos permitan, por un lado, llevar una dieta adecuada, y por otro, prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación.
Al final, cuando ya acabó la charla, María Gil preparó un divertido y didactico taller práctico para todos los asistentes. De forma intuitiva se tenían que ordenar de menor a mayor, sin mirar la información nutricional, la cantidad de azúcar que contenían una serie de productos adquiridos por Maria en un supermercado. Nos llevamos varias sorpresas, ¡productos que parecían saludables resultaron ser los que más azúcar contenían!
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