Es muy común, que debido a las prisas de las mañanas salgamos a primera hora hacia el trabajo con un sólo café, una barrita de cereales o simplemente nada. Existe la creencia popular que el desayuno es "la comida más importante del día". Pero, ¿es realmente así o es otra leyenda urbana? Descubre en este post lo que desvelan diferentes estudios sobre el tema.
¿No te has tomado tu desayuno esta mañana?. Si es así, no te preocupes, no eres el único. Entre el 10 y el 30 por ciento de personas salen cada mañana de sus hogares con el estómago vacío, sin nada, "a pelo"! Saltarse el desayuno es una tendencia cada vez más extendida. Pero, ¿es realmente tan importante desayunar?, ¿es tan grave no hacerlo?
Un análisis de los estudios más recientes que sostienen una u otra postura sigue sin dejar las cosas claras. En general son contradictorios y/o están mal diseñados al basarse principalmente en "extrapolaciones observacionales". Hay estudios que afirman que el hábito de desayunar está relacionado con la mejora de la atención y de las funciones cognitivas. En esa misma línea hay estudios que muestran que desayunar está asociado a menos obesidad, riesgo reducido del desarrollo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Pero al mismo tiempo otras investigaciones no demuestran ningún beneficio al desayunar y menos aun, que sea la comida más importante del día. A modo de ejemplo, en EEUU alrededor del 25% de la población no desayuna, pero no existen diferencias concluyentes en los niveles de obesidad o rendimiento cognitivo en los diferentes estudios poblacionales realizados.
Dependemos mucho de nuestro propio reloj biològico. Varios estudios demuestran que el nivel más alto de hambre, en general, ocurre entre las 19:00 y las 20:00. Y el más bajo entre las 4:00 y las 8:00. Esto podría indicar que tal vez el desayuno no sea tan importante como se cree.
En definitiva, parece ser que la creencia popular de que el desayuno es la comida más importante del día, es meramente eso, una creencia, ya que no existen datos concluyentes. Muchos de los resultados obtenidos en diversos estudios no han podido demostrar la relación entre desayunar y la reducción de sufrir enfermedades, o simplemente mejorar nuestro estado de salud o nuestro rendimiento.
Una vez llegados a este punto, lo más sensato es escuchar a tu cuerpo, nadie mejor que él sabrá lo que necesita. Si tienes hambre por la mañana, desayuna, y sino, no te fuerces, espera a que llegue la sensación de hambre.
Eso si, en el caso que seas de las personas que disfruta con el desayuno, intenta que esta comida nutritiva, equilibrada y variada, repleta de vitaminas, minerales y hidratos de carbono para reponer los depósitos de glucógeno que se han agotado durante la noche. Una o varias piezas de fruta es una buena opción.
Si eres de los que desayunas, pero poco, nada mejor que un zumo o batido verde, hidratante, rápido de ingerir, repleto de nutrientes y lleno de energía.
Si tienes un entrenamiento ligero a primera hora de la mañana, no pasa absolutamente nada si no desayunas antes, lo que es realmente importante es que no te falte hidratación. Además el entreno en ayunas tiene sus efectos beneficiosos. Eso sí, cuando acabes, es muy importante que te alimentes bien para reponer los nutrientes perdidos durante el esfuerzo y el sudor.
Si el entrenamiento es de alta intensidad te recomendamos desayunar, eso si, que sea ligero, porque si te pasas comiendo puede repercutir negativamente en tu actividad física.
Aunque no existe ningún estudio científico concluyente que demuestre que saltarse el desayuno lleve a la larga a un aumento de peso, un desayuno saludable siempre puede ayudarte a esquivar los refrigerios poco saludables de media mañana. Eso si, existen muchos estudios totalmente verificados y contrastados que, seguir una dieta saludable y un estilo de vida activo, es el mejor preventivo para enfermedades crónicas tales como la diabetes, el cáncer, las dolencias cardíacas y, por supuesto, la obesidad.
¡Empieza el día con una buena decisión!
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