Las frambuesas (Rubus idaeus) están presentes en nuestra gastronomía desde hace siglos. Se cree que los romanos las encontraron en el monte Ida, en Grecia, y de ahí su nombre en latín, idaea. De Grecia pasaron a Italia, a los Países Bajos, a Inglaterra y posteriormente a América del Norte. Actualmente, su cultivo está muy extendido por todo el mundo y se produce prácticamente en todas las zonas frutícolas. En España, Huelva es la zona de producción de frambuesa más importante de Europa.
Este delicioso fruto proviene del frambueso, una planta que abunda en las zonas de montaña y es característica de climas templados. Pertenece a la familia de las Rosáceas, que incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles que crecen por las regiones templadas de todo el mundo. Este fruto tiene forma redondeada o cónica, con la piel aterciopelada de color rojo o amarillento según la variedad. Estan compuestas por pequeñas drupas redondeadas, agrupadas apretadamente sobre un pequeño receptáculo cónico. Las variedades que se encuentran en el mercado son: el frambueso rojo, el negro y el púrpura.
Propiedades nutricionales
Estas golosinas naturales son una excelente fuente de vitamina C, nutriente con comprovada acción antioxidante. Asimismo, la vitamina C tiene la capacidad de favorecer la absorción de hierro de los alimentos, por lo que mejora o previene la anemia y la resistencia a las infecciones.
Entre sus minerales cabe destacar el potasio, el magnesio, el hierro y el fósforo. Por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren hipertensión arterial o afecciones de los vasos sanguíneos y corazón.
Cabe destacar, además, su alto contenido en compuestos fenólicos entre los que se encuentran las antocianinas, que junto a la vitamina C, confieren a esta baya una gran capacidad antioxidante. concretamente, se ha demostrado que ejercen un efecto protector frente al cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Y finalmente, su contenido en fibra y ácidos orgánicos (ácido cítrico y málico), hace que esta fruta sea eficaz en caso de estreñimiento.
En el mercado
A la hora de comprarlas debemos tener en cuenta que su estado óptimo se refleja en su color, que debe ser brillante y rojo, y su textura compacta y dura al tacto. Son muy perecederas, así que para conservarlas algún tiempo más debemos sacarlas de su recipiente y ponerlas sobre un plato y meterlas en el frigorífico. Aún así, debemos intentar consumirlas con rapidez.
En la cocina
Las frambuesas son deliciosas frescas, en ensaladas, como guarnición en postres, pero también son muy empleadas para hacer mermeladas, conservas, tartas o tartaletas y salsa de acompañamiento.
¡Seguro que ya te hemos convencido! Las frambuesas, no sólo son deliciosas, sino que también tienen muchos beneficios para la salud. Así que aprovecha que es temporada y no olvides incluirlas en el desayuno, como snack, en tus ensaladas, smoothies, licuados... todo depende de tu creatividad.
