Hace tiempo el tema de la leche y lácteos disturbe las mentes de los investigadores y profesionales de la salud. Aquí queremos compartir con vosotros una de nuestras lecturas sobre estos alimentos ampliamente utilizado en la cocina española. Esperamos que después de leer nuestra reseña del libro de David Ramón "Leche que no has de beber" aprenderás algo más y pensarás dos veces antes de comer uno u otro lácteo.
De todos los libros que existen sobre los lácteos es uno de los más completos y bien basado en evidencias cienttíficas. Aunque en las más de 250 páginas del libro, lo único que está explicado muy ampliament son las desventajas y el riesgo del consumo de la leche para nuestra salud. El epígrafe de las primeras páginas del libro, la frase de Woody Allen, lo dice todo:"En suma, me gustaría tener algún tipo de mensaje positivo que dejarles. Pero no lo tengo ¿Aceptarían dos mensajes negativos?" - no esperes que te diga que como mínimo el yogur o kéfir al menos para algo son buenos, ¡NO! - la leche es la mala de la película. Si estás de acuerdo o no , ya es decisión tuya, y de eso hablaremos al final.
Desde el inicio hasta el final del libro, culpan al consumo de los lácteos de las enfermedades más populares de hoy en día: las alergias, las intolerancias, los canceres, la arteriosclerosis, la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, la osteoporosis, la artritis, la intoxicación, la anemia, la enfermedad de Crohn, el autismo y hasta las caries y el síndrome crónica.
Puedes pensar que no es verdad, que se puede decir cualquier cosa y en realidad no es así. Aunque los hechos son los hechos. Porque todo el libro está basado en una plenitud de estudios científicos y opinión de unos expertos muy grandes y muy respetuosos en este campo, entre ellos: Dr. Benjamin Spock, Dr. T. Colin Campbell y Dr. Stephen Walsh.
Y por qué dicen que el consumo de lácteos perjudica nuestra salud? ¿Cómo lo justifican?
En el libro se mencionan muchos mecanismos, relacionados con una u otra sustancia de la leche, puede ser natural o que aparece durante la producción.
Culpando los lácteos en todos los problemas de salud, solamente 6 páginas están dedicadas a tales derivados de leche como fermentados, que se conocen por sus propiedades saludables, con una explicación muy escasa.
Por ejemplo desenmascaran el mito de que la leche aporta mucho calcio y es necesaria tomarla para prevenir la osteoporosis. Resulta que el calcio de la leche no es del todo biodisponible, se absorbe solamente el 30%. Es más, las proteínas de leche acidifican la sangre y el cuerpo para compensar el pH saca el calcio de los huesos, que a continuación, se pierde por la orina. ¡Y lo más sorprendente!, que los países que consumen más lácteos tienen una prevalencia más alta de osteoporosis y de fracturas. Casualidad? Otro ejemplo con la proteína principal de la leche, la caseína. Sus moléculas enteras o los péptidos (el resultado de la digestión), según la condición fisiológica de la persona, pueden pasar al flujo sanguíneo intactos y pueden causar alergias y enfermedades autoinmunes. Un hecho interesante sobre la caseína, que al digerirse se forman casomorfinas, unas substancias opiáceas y aditivas. Esto puede explicar porque es tan complicado dejar de comer queso.La mayoría de la gente que quiere dejar de comer lácteos sufre sobretodo con los quesos Resulta que el queso tiene concentraciones muy altas de caseína y por eso al digerirse se liberan más casomorfinas que te atraen y te hacen seguir consumiéndolo, y cuanto más curado, más te atrae.
A parte de las sustancias naturales, que pueden causar ciertas enfermedades, la leche de vaca contiene una lista de sustancias que aparecen por el trato de animales con hormonas, antibióticos, pienso a base de pescado y otras cosas. Por ejemplo, la hormona de crecimiento bovino recombinante (rBGH), que se usa mucho en EEUU para incrementar el rendimiento de vacas lecheras, provoca la secreción más alta del factor de crecimiento de tipo insulínico (IGF-1), exceso de cual, a su vez, está relacionado con el desarrollo de canceres.
Es interesante que todas las enfermedades mencionadas tienen prevalencias bastante más altas en los países de consumo elevado de lácteos, que los países orientales, donde la gente sufre menos osteoporosis, cáncer de mama y de próstata, esclerosis múltiple, artritis y otros. La leche puede ser la causa, aunque el consumo de lácteos no es la única cosa que diferencia los dos mundos: Este y Oeste. Qué tal por ejemplo el consumo de trigo y el estilo de vida, que es completamente diferente?
Otro tema que está ampliamente explicado en el libro es la importancia de la lactancia materna, cómo y por qué. Que no hay mejor alimento para el bebé humano que la leche materna, es la única leche que forma la base de la salud de una persona en la niñez y en la vida adulta. A pesar del aspecto muy parecido entre las leches, la leche de vaca está hecho para amamantar las terneras y por eso tiene una composición muy diferente que no satisface las necesidades de un bebé humano y, además, provoca el desarrollo de varios trastornos y enfermedades.
Entre los últimos capítulos del libro está desarrollado el tema, que toca directamente las productoras de la leche, las vacas. Brevemente están descritos las pésimas condiciones en que están las vacas, que prácticamente sirven solamente para dar leche, casi no se mueven y frecuentemente no ven el sol en toda su vida. Son cosas que ahora ya se conocen, aunque no están ampliamente anunciadas, y sólo es cuestión de buscar un poco y enterarse de todas las pesadillas que pasan en la industria lechera antes de poner un vaso de leche o una loncha de queso en nuestra mesa.
Y qué dice el libro sobre los yogures, kéfir y otros productos lácteos, que se cree que no son solamente la base de nuestra dieta, es más - poseen unas propiedades muy beneficiosas para nuestra salud. De hecho, en el libro solamente cuatro páginas tratan este tema y sobre todo acerca de los yogures pasterizados, que, sinceramente, no son productos populares en el mercado. Pues existen muchos estudios, a parte de la experiencia y sabiduría de nuestros antepasados, que confirman que los productos lácteos con probióticos mejoran nuestra salu. Pero hay yogures y yogures. ¿es lo mismo: un yogur hecho con muchísimo azúcar, estabilizantes, espesantes, conservantes, con leche homogenizado, de vaca tratada con antibióticos, hormonas y pienso de pescado, y un yogur casero hecho con frutas de temporada frescas, con leche de vaca fresca que come hierba del campo y pasa mucho tiempo al aire libre? El autor está de acuerdo que no es lo mismo, pero sigue convencido que el consumo de cualquier leche provoca la mayoría de enfermedades modernas.
El libro está basado en muchos estudios científicos y opiniones de expertos en este campo.
Después de leer el libro empiezas a reflexionar y pensar si es verdad que la leche es tan mala? Pues por qué nuestros antepasados consumían lácteos de calidad de vacas "felices" y no tenían estos problemas de salud, que ahora se han convertido casi en epidémicas? Tal vez hay un nexo más fuerte entre todos los procesos y tratamientos que sufren las vacas y la leche industrial y nuestro estado de salud? Tal vez no se debe culpar todo a la leche y se debe diferenciar de la leche de supermercado de la leche de una vaca "feliz" del campo? Tal vez son productos totalmente diferentes y lo único que tienen en común es el aspecto?
Hay más litertura sobre este tema, por ejemplo el libro de Keith Woodford "Devil in the milk" que habla sobre una mutación de las vacas que puede ser la causa de los problemas de salud que tenemos ahora y supone que no toda la leche es igual de mala; de Melanie Dupuis "Nature's perfect food", que habla sobre la leche desde el punto de vista histórico, que explica porque llegamos a consumir tanta leche y lo percibimos como base de la dieta; de Wiliam Campbell Douglass ll "The milk book", habla sobre la diferencia entre la leche de supermercado y la leche cruda de la vaca "feliz", desenmascara los intereses de la industria láctea y acentúa las propiedades saludables de la leche buena.
El libro "Leche que no has de beber" proporciona un punto de vista bastante radical en contra del consumo de la leche. Aunque, es importante conocer los dos lados de la moneda y seguir reflexionando sobre la información recibida. Por ejemplo, según el libro nueve de cada diez terneras morían después de tomar exclusivamente leche pasterizada... Y nosotros? Nos tiene que pasar algo, ¿no?