¿Cuántas veces has ido a un restaurante, has visto pasar un plato y sin saber muy bien qué era ya habías decidido que ibas a pedirlo? Hoy os hablamos de la importancia de la presentación de los platos y os damos algunos consejos para aplicarlos en casa.
En Flax&Kale damos una gran importancia a la presentación de los platos y dedicamos grandes esfuerzos a cuidar la presentación para que el plato sea apetecible y llamativo. A menudo, el atractivo visual de un plato juega un papel crucial en la experiencia gastronómica del comensal, al igual que lo hace el sabor. Si la presentación está trabajada, a nuestro comensal se le despertará el apetito.
Presentar un plato no solo implica disponer los ingredientes principales como verduras, salsas, guarniciones y otros elementos decorativos, sino también saber jugar con las combinaciones de colores adecuadas de esos elementos. Lo ideal es crear una presentación coherente entre la estética, el sabor y los elementos del plato. De nada sirve un plato bonito pero que tenga un sabor mediocre.
Asimismo, también es importante la elección de la vajilla, que normalmente suele ser blanca, para que resalten los colores propios de la comida. Aunque, por supuesto, podemos jugar con este elemento para hacer la presentación de nuestros platos más sorprendente y fotografiable.
A continuación, os damos algunas reglas básicas y sencillas para decorar vuestros platos para que sean más apetecibles aún:
- El plato debe ser de un color diferente al de los alimentos: los platos blancos son los más usados, ya que generalmente van bien con la gran mayoría de los alimentos sin crear problemas de contraste. Es fácil resaltar el atractivo visual de los alimentos a través de este color.
- La comida debe ser el centro de atención: el ingrediente principal siempre deberá ser el protagonista y será el centro del emplatado, y se irán disponiendo el resto de los ingredientes a partir de la ubicación del principal.
- Colores en el plato: jugar con el contraste de los colores realza más el plato. Se debe evitar que los platos sean monocromáticos. Si el plato dificulta que se vean los diferentes colores se puede jugar con los adornos (flores, semillas, hierbas…).
- Utilizar elementos decorativos: aunque no sean puramente decorativos, ya que aportarán sabor y textura al plato, su cometido es más estético que organoléptico. Son las ensaladas, semillas, hierbas y flores comestibles que muchas veces acompañan y decoran nuestros platos.