Kilian Jornet es el mejor ultramaratoniano del mundo y bate todos los récords en carrera de montaña. Kilian está donde está gracias a su trabajo y esfuerzo, pero también gracias a su alimentación. Descubre en este post cómo es la dieta del superhombre que subió dos veces el Everest en seis días.
Kilian Jornet, el Michael Jordan de la montaña, creció en un refugio alpino de los Pirineos (Cap del Rec, en la Cerdanya), propiedad de su padre, donde siempre practicó deportes de montaña y nieve con su familia. Con solo tres años ya sabía lo que era subir picos de casi 3.000 metros, sí, habéis leído bien, ¡3 años! Su lista de hitos precoces no acaba ahí: a los 10 fue capaz de cruzar los Pirineos en 42 días. Las montañas y sus picos eran su zona de recreo. Sin darse cuenta, y como si fuera un juego, le inculcaron, desde muy pequeño, el amor por la montaña y aprender a disfrutar haciendo deporte. Lo que para el común de los mortales significan retos inasumibles, para Kilian son, como dicen los norteamericanos, "another day in the office".
Mide 171 cm y pesa 58 Kg. Estas medidas coinciden con el tamaño corporal de los mejores ciclistas y maratonianos del mundo. Kilian lidera una generación de deportistas que se encuentran seguros a grandes velocidades. Sus actuaciones récord se caracterizan por la mínima cantidad de equipo y suministros que lleva con él. Y porque apenas suda. Para su subida de 11 horas y 48 minutos hasta los 6.194 metros del Denali apenas se llevó un litro de agua. En verano puede estar corriendo todo el día y beber solamente de los arroyos y comer las bayas que encuentre por el camino. Cuando juntas en la misma ecuación deporte extremo, con consumo mínimo (ínfimo si se quiere), de bebida y comida la X solo la puede despejar el bueno de Jornet.
Los hábitos alimentários de Kilian Jornet son inversamente proporcionales a su rendimiento deportivo: sumamente normales, no tienen nada de extraordinario. Incluso pueden ser mejorables, como él mismo reconoce en varias entrevistas. Come sin seguir una estricta planificación, utilizando productos muy convencionales, basados en una dieta variada y saludable, sin dejar de lado algunos "caprichos", como el chocolate o la pizza. Come poca carne, ya que su madre es vegetariana y nunca le ha entusiasmado en exceso.
En periodos de entrenamiento, siguiendo las indicaciones de su nutricionista suele realizar tres comidas completas y dos tentempiés a base de muesli, frutas secas y frescas, así como respetar un periodo de dos a tres horas entre comida y entreno. Durante esta fase evita la ingesta de alimentos grasos y proteicos, elige cocciones sencillas y toma agua y bebidas hidroelectrolíticas, antes, durante y después del trabajo físico.
Entre los tres y cinco días previos a la competición, además de seguir las mismas recomendaciones que en los entrenamientos, sustituye algunos alimentos proteicos y grasos, por otros ricos en hidratos de carbono como cereales, pan, patatas, legumbres o frutas con el objetivo de aumentar las reservas de glucógeno.
Kilian deja muy clara la importancia de la hidratación. Fundamentalmente en cualquier deporte, pero especialmente en las carreras de ultra-fondo. Por rendimiento, para una buena recuperación y por prevención de lesiones.
Por último, la recuperación es de vital importancia, sobre todo en lo que respecta al aporte de agua y sales minerales inmediatamente después del ejercicio. Una hora después de haber terminado la carrera y antes de que pasen dos horas, hace una comida rica en hidratos de carbono simples y compuestos, para rellenar los depósitos de glucógeno del músculo con mayor facilidad. Y también toma un ligero aporte de proteínas, a fin de facilitar la recuperación del músculo.
La recuperación es de vital importancia, sobre todo en lo que respecta al aporte de agua y sales minerales inmediatamente después del ejercicio.la recuperación es de vital importancia, sobre todo en lo que respecta al aporte de agua y sales minerales inmediatamente después del ejercicio.
Entrena en ayunas a menudo. Pero debemos tener claro que entrenar en ayunas es peligroso si no se hace con un máximo conocimiento de uno mismo, conociendo los propios limites y teniendo claro el riesgo para la salud que puede suponer sufrir una hipoglucemia, y más aún en un ambiente de montaña. Kilian es un profesional que dedica su vida al deporte, y conoce perfectamente las señales que le da su organismo, y es plenamente consciente de hasta dónde puede llegar.
La mezcla de numerosos factores como una capacidad de resistencia física sin parangón, un cuerpo de bajísimo consumo energético, una voracidad competitiva a la altura de los elegidos y una naturalidad esperpéntica a la hora de superar retos, ha convertido a este hombre liviano en lo más parecido a un súper héroe de Marvel, aunque seguramente, si nos lo cruzamos por la calle, ¡nunca lo diríamos!
