Las virtudes nutricionales de los higos, los hacen idóneos para personas que realizan actividades físicas, pues son ricos en agua y azúcares, además de aportar fibra y minerales como el magnesio y el calcio. Tanto es así, que ya los griegos los daban de comer a sus atletas para competir en las Olimpiadas.
Además, destacan por su contenido en vitamina C y betacarotenos, antioxidantes que neutralizan la acción dañina de los radicales libres, por lo que contribuyen a combatir los signos del envejecimiento. Los higos son un alimento muy dado a comer fresco, pero en los últimos años se ha transformado en la Codina dando lugar a multitud de variantes: mermaleadas, tartas, helados, compotas, pan de higos.. por no hablar de su presencia en ensaladas, pizzas, tostadas, pastas… dando un buen contraste de sabores.
Enriquece tus platos con vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra con este dulce saludable que nos regala la naturaleza. Su temporada es muy breve así que date prisa a disfrutar de ellos. Aunque no olvides que también puedes consumirlos durante todo el año secos.
Sabías que: Hipócrates los recomendaba para calmar la fiebre y durante muchos siglos,siglos, en diferentes culturas, se han utilizado “menjunjes” a base de higo, para curar catarros y aliviar el dolor de garganta.
